Coaching, Espiritualidad

Sufrimiento

Las preguntas de cajón:  ¿Quién te hace sufrir?  ¿Quién te rompe el corazón?  ¿Quién te lastima?  ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad?  ¿Quién te controla a ti y a tu vida?  ¿Tus padres?  ¿Tu pareja?  ¿Un antiguo amor?  ¿Tu suegra?  ¿Tu jefe?… Declarándote como víctima podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables, sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces o como lo esperas, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes. La realidad es que no necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que t ú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.

La GENTE HACE SU VIDA, EL QUE TOMA PERSONAL LA ACCION ERES TU porque nos causó dolor, porque no nos gustó o porque no cumplió con nuestras expectativas. Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede ser un gran reto, pero no es tan complicado como parece. Se vuelve mucho más sencillo cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad. Y definitivamente el peor lugar para colocarla es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones. Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que quiere interpretar. Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como:  ¿Por qué no me llamó?  ¿No piensa buscarme?  ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar?  ¿Por qué hizo lo que más me molesta?  ¿Por qué se me quedó viendo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir. No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.

La realidad es que sufrimos no por los hechos sino por las EXPECTATIVAS que nos habíamos creado. No podemos pasarnos la vida cediendo el poder a alguien más, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones. Es importante considerar que el dolor es INEVITABLE, pero el sufrimiento es UNA ELECCION. La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella… ERES TU quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control. «Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas: la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino para decidir su propio camino» palabras de Víctor FRANKL. El llegar a tener suficiente objetividad para hacer un lado el sufrimiento y hacernos cargo de nuestra vida es un trabajo fuerte, pero con el impulso, cuestionamiento y guía de nuestro Coach es mucho más sencillo.

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