- Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo.
- Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso cuando no lo intento.
- Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta que de todos modos opinan.
- Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mí mismo.
- Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
- Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
- Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el comienzo.
- Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia
- Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
- Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
- Temía al pasado, hasta que comprendí que es sólo mi proyección mental y ya no puede herirme más.
- Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.
- Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas vida y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más.
Hay que vivir ligero porque el tiempo de morir está fijado.