La esencia del hombre es evitar el dolor. Para sentirnos mejor muchas veces es necesario tomar la decisión de sentirnos peor con el fin de sentirte mejor. Lo que resistes persiste. Quiero decir que para sentirnos mejor es necesario aceptar nuestra situación de sentirnos mal. Si abrazamos nuestra situación, las cosas cambiarán, porque ya habremos aprendido la lección que nos trae esa enfermedad.
Nuestra mente puede decir: “no estoy bien, de hecho estoy empeorando.” Pero, el corazón reconoce que estás bien y estarás mejor. El proceso real de sanación por tanto no es borrar lo síntomas y las cosas mejoraran de inmediato. La sanación tiene en su mayoría de las veces con una toma de decisión de saber que se sumarán más síntomas negativos a nuestra situación antes de empezar a sentirnos mejor. Y podrían nunca desaparecer. Y aún así, podrías enamorarte de ti mismo tal y como estás en este momento sin importar el futuro, y podrías caer de rodillas en gratitud, porque se te ha dado un día más en esta preciosa tierra.
Tal vez el hecho de sentirte peor fue lo mejor que te pudo haber pasado. Porque jamás habías sentido la presencia del amor con tanta claridad, y tu camino nunca había sido tan evidente, y nunca te habías sentido tan vivo.
El proceso de cura del cancer es el ejemplo perfecto. El tomar la decisión de curarse por medio de la medicina alopata, es decir por medio de quimioterapia o radiación nos llevará a sentirnos mucho peor de lo que no sentimos. Llegaremos a un lugar tan oscuro de sentimientos y sensaciones que ahí tendremos la oportunidad de limpiar los sentimientos que generaron la enfermedad en un inicio y eso abre la posibilidad de curarnos para siempre. Es necesario tomar la decisión de sentirnos peor para llegar a estar mejor.
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