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Relaciones

¿Qué es una relación interpersonal? Es meramente una conexión entre dos personas. Es una conexión energética. Existen diferentes niveles en cuanto a las conexiones que experimentamos con personas y situaciones, éstas no son tan sencillas como pensamos.

Estas conexiones las damos por sentado hasta el día en que nos comenzamos a separar, y es entonces que sentimos una especie de tirón, llamado cariño y/o apego. Y es entonces que comprendemos que no nos va a resultar fácil dejarlas ir sin antes soltar algunas lágrimas para no sentir remordimientos o una extraña y dolorosa sensación de pérdida. Los libros hablan de que existe otra clase de conexión que nos une con otra persona a un nivel incluso más profundo y que resulta incluso mas difícil de soltar no importando cuánto podamos desearlo.

Podemos dejar ir todas esas conexiones pero primero debemos saber cuál de ellas estamos experimentando, y debemos honrar también la profundidad con la que están conectadas o forman parte de nuestros campos emocionales y energéticos, y es entonces cuando sabremos hasta qué punto puede afligirnos y podemos lamentar y doler su pérdida, así como saber y hasta intuir cómo abordarlas según nuestro sistema de creencias, y cómo prepararnos para nuestra futura separación y despedida. Resulta fácil dejar ir las conexiones sencillas, porque no nos sentimos demasiado comprometidos con ellas. Por ejemplo:  ¿Preferimos brócoli o frijoles para cenar? Depende de cómo nos sintamos ese día, de nuestros antojos y necesidades fisiológicas. Si nos gustan los dos, los incluiremos en las cenas de la semana, y no nos importará no comer frijoles si en su lugar tenemos brócoli. Este ejemplo básico explica cómo funcionan las conexiones. Sin embargo,  ¿por qué es tan difícil dejar ir algunas de ellas? Porque no son conexiones, forman parte del nivel del cariño o apego. Los apegos representan un nivel de conexión que afecta directamente a nuestro campo energético, de manera que echamos de menos su pérdida y, para poder rellenar el hueco que genera en nosotros, tendremos que trabajar un poco. Cuando digo trabajar, me refiero a subsanar el hoyo energético que queda remanente. Estas son relaciones en las que nos apoyamos o de las que dependemos, que cubren algún tipo de necesidad vital. Estamos apegados a nuestras parejas, a nuestras familias, a nuestros hogares, nuestros coches y nuestros trabajos: todos ellos cubren necesidades significativas y su pérdida se echa de menos, en ocasiones, muy profundamente.

Algunos apegos nunca pueden llegar a reemplazarse del todo, mientras que otros pueden reemplazarse con tiempo y con técnicas de sanación. Cuando nos identificamos excesivamente con nuestros apegos, sentimos su pérdida a un nivel muy profundo. Entonces estaríamos hablando del nivel más profundo. Llamaremos a estos apegos más profundos enredos. Los enredos representan un nivel muy intenso de conexión, en el cual nuestra vida está entretejida con la vida de otra persona, y necesitamos desenmarañar las uniones que nos atan a ella como parte de nuestro proceso de liberación.

El enredo ocurre cuando consentimos en convertirnos en una parte tan importante de la vida de alguien, o de una situación, que necesitamos reemplazar todo aquello que representa cuando la conexión que compartíamos llega a su final. Dicha liberación conlleva lágrimas, pesar, remordimientos, en ocasiones culpa, y a menudo, nos juzgamos por haber permitido que todo llegara tan lejos. Son las relaciones más complejas y complicadas. Por lo general, conllevan también ciclos kármicos de algún tipo y encierran las lecciones de ciertos contratos entre las almas, los cuales cubren muchas vidas de experiencia. Pero, como todas las conexiones, pueden ser liberadas como parte de nuestra transformación. Como ejercicio, vale la pena hacer una lista de las conexiones que tenemos hoy en día.  ¿Se trata de simples conexiones o de apegos?  ¿O son enredos? Una vez terminada la lista, debemos preguntarnos:  ¿Qué aporta esta relación?  ¿Qué riesgos tiene? Conocer la diferencia nos ayudará a honrar el papel que cada una de esas relaciones juega en nuestra sanación, en nuestro aprendizaje, nuestro crecimiento y nuestra transformación.De esta manera, al liberarlas, les concederemos el tiempo, la energía y la atención que necesiten para que nuestra despedida puede darse con gracia y facilidad. Cada relación juega un papel importante específico y único.

¡Démosle la importancia que tiene!

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