Coaching, Cuentos con reflexión

Los ciegos y el elefante (Reflexión: M Pizzuto)

Un discípulo preguntó a su Maestro: “¿Existe una Verdad absoluta?”.

El Maestro sonrió y contestó de esta manera: “Existe ciertamente una Verdad absoluta, pero ésta es inefable, es decir que no se puede transmitir con palabras. Al intentarlo, esta Verdad se convierte en una verdad a medias, subordinada a las carencias y las limitaciones del transmisor”.

Dicho esto, el Maestro continuó diciendo: “Para ilustrar esto, te contaré un relato tradicional muy conocido en Oriente”.

“Una caravana de viajeros llegó a una aldea india con un elefante y seis ciegos sabios, que no sabían nada acerca de este enorme animal, acudieron al establo donde había sido confinado para intentar conocer más acerca de él.

Al llegar, se acercaron inmediatamente al elefante y, al mismo tiempo, comenzaron a tocarlo para hacerse una idea más certera de la naturaleza del mismo.

El primero tocó su trompa y enseguida aseveró: “¡Ah, un elefante es como una gran serpiente!”.

“Mmmmm, creo que te equivocas”, dijo uno de sus amigos, tocando una de las piernas del animal. “Un elefante se asemeja más a un árbol de corteza rugosa”.

“Pues a mi me parece más una lanza”, intervino el tercer ciego, al tocar uno de los colmillos.

Otro de los hombres, al palpar una de las grandes orejas, intervino: “¿Lanza? ¡Claro que no! ¡El elefante es como un abanico!”.

El quinto ciego, tocando la cola, sostuvo: “Yo creo que este animal es similar a un gran plumero”.

“Para mí es solamente una enorme pared llena de suciedad”, concluyó el último de los ciegos, tocando el polvoriento lomo del paquidermo.

Un jovencito que presenciaba la inusual discusión, optó por intervenir en la misma y dijo a los ciegos sabios: “Señores, todos ustedes están en lo cierto y poseen una porción de la verdad, pero ninguno ha tocado al elefante en su totalidad”.

Luego de un rato, y tras inspeccionar más a fondo al elefante, los ciegos pudieron constatar su error y aceptar que sus conclusiones habían sido demasiado apresuradas”.

Reflexion.

¿Somos dueños de la verdad? ¿Nuestra verdad es absoluta? ¿Nuestra verdad es la única ? Pensando en relaciones, nos alejamos de alguien por haberlo juzgado por no habernos interesado a saber toda la historia?

¿Quienes son las personas cercanas a nosotros? Quienes decimos que son o simplemente la persona que son?

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