Cuentos con reflexión

Expectativas

Se trataba de un hombre que nunca había tenido ocasión de ver el mar. Vivía en un pueblo del interior de la India. Una idea se había instalado con fijeza en su mente: “ No podía morir sin ver el mar. Para ahorrar algún dinero y poder viajar hasta la costa, tomó otro trabajo además del suyo habitual. Ahorraba todo aquello que podía y suspiraba porque llegase el día de poder estar ante el mar.

Fueron años difíciles. Por fin, ahorró lo suficiente para hacer el viaje. Tomó un tren que le llevó hasta las cercanías del mar. Se sentía entusiasmado y gozoso. Llegó hasta la playa y observó el maravilloso espectáculo.  ¡Qué olas tan mansas!  ¡Qué espuma tan hermosa!  ¡Qué agua tan bella! Se acercó hasta el agua, cogió una poca con la mano y se la llevó a los labios para degustarla. Entonces, muy desencantado y abatido, pensó: “ !Qué pena que pueda saber tan mal con lo hermosa que es! Maestro: por ignorancia, cuando tus expectativas no son satisfechas, te desencantas.

El ser libre sólo espera aquello que ocurre. Se conoce como expectativa a la esperanza, sueño o ilusión de realizar o cumplir un determinado propósito. Por ejemplo: Tengo la expectativa de lograr algo grande con este muchacho, Quiero devolver este televisor: la verdad que no cumplió con mis expectativas. Cabe resaltar que, por lo general, la expectativa se asocia con una probabilidad razonable de que algo se concrete. Para que las expectativas puedan nacer es necesario que tengan alguna clase de respaldo. Sino, se trataría sólo de un simple deseo que podría llegar a tener raíces irracionales o estar impulsado por cuestiones vinculadas a la fe.

Si, por ejemplo, un número considerable de nubes grises cubren el cielo, la expectativa de la gente será que llueva. Por eso la respuesta a dicha expectativa será salir con paraguas a la calle para evitar mojarse en el momento que se inicien las precipitaciones. Otro detalle a tener en cuenta es que la expectativa aparece tras una incertidumbre, en momentos en los cuales aún no se ha confirmado qué es lo que puede llegar a pasar. La expectativa, entonces, consiste en depositar confianza en aquello que, según se considera, es más probable que ocurra: se trata, en definitiva, de una suposición que, de acuerdo a las circunstancias, puede ser más o menos realista.

Cuando las expectativas no se ven satisfechas, el individuo experimentará una decepción (Pensé que este regalo te iba a gustar, pero veo que mis expectativas estaban equivocadas). En cambio, si se logran superar las expectativas iniciales, el sujeto sentirá alegría ante la sorpresa experimentada (Este disco es maravilloso, superó todas mis expectativas). Si basamos nuestra felicidad en el cumplimiento de nuestras expectativas, la probabilidad dice que no seremos muy felices. Si aprende demos a fluir, a dar sin esperar recibir y a disfrutar lo que aparece seremos muy felices. Esto no quiere decir que seamos mediocres y no tengamos objetivos y sueños. Solo quiere decir que no basemos la felicidad en nuestras expectativas.

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