Un hombre vio cuando una serpiente estaba muriendo quemada y decidió sacarla del fuego, pero cuando lo hizo, la serpiente lo picó. Por la reacción del dolor, el hombre la soltó y el animal cayó de nuevo en el fuego y se estaba quemando de nuevo. El hombre intentó sacarla otra vez y de nuevo la serpiente lo picó. Alguien que estaba observando se acercó al hombre y le dijo:
– Disculpe, pero usted es terco! No entiende que todas las veces que intente sacarla del fuego va a picarlo?
El hombre respondió:
– la naturaleza de la serpiente es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar.
Entonces, con la ayuda de un pedazo de hierro, el hombre sacó la serpiente del fuego y salvó su vida.
Reflexión:
No cambies tu naturaleza si alguien te hace algún daño, no dejes de ser quien eres; sólo toma precauciones. Algunos persiguen la felicidad, otros la crean. Preocúpate por tu conciencia y tu reputación se cuidará sola. Porque tu conciencia es lo que eres, y tu reputación es lo que piensan los demás de ti. Y lo que piensan los demás, no es tu problema. Es problema de ellos.
Cuantas veces dejamos de ser lo que buscamos ser, o cuantas veces abandonamos nuestra meta porque algo pasa que nos hace olvidar. Todo es un asunto de valores. ¿Qué es lo más importante para ti? Contesta esa pregunta y sabrás si puedes aguantar la mordida de una víbora y seguir siendo quien eres.
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