Un verdadero sanador no solo cura; él simplemente refleja de nuevo a usted su capacidad innata para sanar. El es un reflector, o una transparencia de amor.
Un verdadero maestro no te enseña; ella no te ve intrínsecamente separado de el, o menor que el. Simplemente se refleja de vuelta a su propio conocimiento interior, y le recuerda de la inmensidad de su ser. El es un espejo, un poste indicador.
Y el amor es el espacio en el que todo esto es posible; El amor cura, y se aprende mejor en un campo de amor, no hay amenaza de fracaso, no hay castigo.