Valora a quien te valora, y no trates como prioridad a quien te trata como una opción.
Aprendí que quien no te busca no te extraña y quien no te extraña, no te quiere. Que la vida decide quién entra en tu vida, pero tú decides quien se queda. Que la verdad duele una sola vez y la mentira duele para siempre. Por eso valora a quien te valora, y no trates como prioridad a quien te trata como una opción.
Hay un punto en tu vida en el que te das cuenta quién te importa, quién nunca importo, quién no importa más, y quién siempre importará. Después de algún tiempo aprenderás que compañía no siempre significa seguridad. Aprenderás que los besos no son contratos, ni regalos, y menos promesas.
Aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas… Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores.
Aprenderás que lleva años construir la confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás para siempre.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Aprenderás que las amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que los buenos amigos son la familia que tú elijes.
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decirle a esa persona que la queremos, porque nunca estaremos seguros de cuándo será la última vez que la veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tiene influencia sobre nosotros, pero que nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Descubrirás que lleva mucho tiempo llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes, cualquier lugar sirve… Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlan a ti…
Aprenderás que el tiempo no es algo que puedes volver hacia atrás, por lo tanto debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algunos momentos condenado… y que las personas que hoy te dan las espalda, mañana la vida los obligara a mirarte a los ojos