Sanación Bioenergética

Nuestro método para sanar

¿Qué es la sanación Bioenergética?

La Bioenergética se basa en el principio de que todo cuanto es, es conciencia o energía en diversas manifestaciones. Considera al ser humano como una unidad de conciencia en evolución, producto de la integración de diferentes campos de energía o niveles: físico, emocional, mental y espiritual, y concibe la enfermedad como una consecuencia de la fricción entre estos niveles de conciencia.

Con muchísima frecuencia, el cuerpo físico es el lugar donde se manifiesta la enfermedad, pero muy rara vez se puede localizar su origen en el cuerpo físico.

Como trastorno energético la enfermedad se origina en nuestro campo energético. En este contexto, las terapias vibracionales sutiles ejercen su mecanismo de acción fundamental sobre el campo de energía, lo que desencadena una acción o efecto secundario sobre el cuerpo físico. El cuerpo energético, el “molde” o arquetipo sobre el cual se construye el cuerpo denso, rodea al cuerpo físico como si fuese una especie de envoltura imperceptible a los ojos físicos porque vibra en una frecuencia más alta. El cuerpo energético es sensible, entre otros estímulos vibratorios sutiles, a la luz, el color, el sonido, las formas y figuras, los campos electromagnéticos y las imágenes mentales, a los cuales reacciona sin necesidad de que haya un contacto físico directo. Estos estímulos son las herramientas básicas de la terapia energética sutil, que reconoce la capacidad del organismo de curarse a si mismo.

La mayor y creciente aceptación e interés de estas terapias curativas bioenergéticas, y especialmente todas las relacionadas con la imposición de manos como vehículo curativo o de sanación se debe, al margen de los extraordinarios resultados, al creciente número de estudios de investigación que tienden a validar estos cambios fisiológicos y beneficios curativos obtenidos tanto por médicos como terapeutas en el ámbito de la salud que las utilizan.

Chakras

Algunas tradiciones orientales denominan a los chakras como vórtices energéticos situados en los cuerpos sutiles del ser humano. Su tarea es la recepción, acumulación, transformación y distribución de la energía llamada Prana, Ki, Chi o Qi. Chakra deriva de la palabra “rueda” en sánscrito, y reciben este nombre porque los vórtices o centros giran cual remolinos por el campo energético que rodea el cuerpo físico.
El cuerpo humano tiene siete chakras principales, que coinciden con las glándulas endocrinas de nuestro cuerpo físico, controlando el flujo energético corporal, desde lo más básico y denso hasta la energía más alta y trascendente. Además de los siete chakras principales, hay 21 menores y 49 puntos focales de energía.

Los chakras como centros energéticos son especialmente sensibles a quedar bloqueados o desequilibrados por distintos tipos de energías propias y externas (del ambiente, accidentes, shocks y emociones fuertes, pensamiento negativo, y un largo etcétera).

Es esencial para la salud que todos los chakras se encuentren libres de bloqueos y armonizados para que la energía fluya sin problemas y se pueda mantener el equilibrio apropiado.