Coaching, Espiritualidad

Conciencia de Vida (P Amor)

Uno de los disfraces del ego donde se camufla muy bien, es el «ego espiritual». Ego que se escuda en la supuesta superioridad de creerse un ser que ha descubierto verdades, cuando en el fondo es un escudo del ego para defenderse del entorno e intentar disfrazarse en la cárcel del engaño e ilusión.

La espiritualidad que te lleva a ser y pensar sin competir, sin intentar controlar, manipular o mantener una verdad, es una espiritualidad que te une con el todo. Cristalina, pura y desinteresada. Los intereses personales son el ego manifestado y la forma que tienen de mirarse a sí mismos como «los despiertos», es muy confusa, cuando el despertar es interior, y no por el hecho de usar un conocimiento para generar manipulación ó en su defecto, para escudarse utilizando argumentaciones para rebatir o llevar la contraria.

La espiritualidad no es creer en ídolos, ni tampoco anhelar ser salvados, sino una conexión interior que se da en todos aquellos que regresan a su naturaleza de Ser, sin intentar manipular emociones, pensamientos e ideas.

La espiritualidad es sentir la naturaleza vida, y así trasmitir paz en la que pueden reconocerse otros, porque pueden sentir la energía de vida, viva, amorosa y siempre alegre con la fuerza de la unidad del infinito de lo que es, en todo el contexto ilimitado. Más no es seguir ideas, pautas o estados mentales.

Espiritualidad es la conexión con la fuente de la vida que te hace sentir que sientes, vibrando en la vida misma que es una experiencia consciente y armónica que fluye en el equilibrio de la existencia, desde el micro hasta el macrocosmos. Sin intentar ser más que otra especie, más que nada ni nadie. Aprendiendo y comprendiendo la vida en cada manifestación de ella, en cada hermano animalito, en cada flor, en cada cosa que mira, que huele, que toca. Porque el ser que descubre su espiritualidad, toma conciencia de que lo divino está en todo lo que en sí mismo es y por ende es la vida, que es creadora y que resulta ser aquel Dios que buscó en el cielo o en las falsas doctrinas de muerte donde algún día clamó salvación, cuando de lo único que tiene que salvarse es del ego que lo ha engañado a ser lo que no es, saliendo del cautiverio que limita su ser, en la ignorancia de todo lo grande y hermoso que representa Ser Vida.

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